El motivo por el que no es la mejor idea correr descalzo

Jueves 14 de Diciembre del 2017
  • Una tendencia de moda entre las ‘celebrities ’ que puede provocarte una lesión

El motivo por el que no es la mejor idea correr descalzo

El yoga, el pilates y algunas artes marciales siempre se han hecho descalzo para sentir la energía que nos transmite el suelo en cada movimiento. No obstante, desde hace un tiempo algunas personas han comenzado a correr y a llevar a cabo sus entrenamientos de fuerza con el pie completamente desnudo. Esta nueva moda, practicada por algunos famosos y conocida como barefoot , ha obligado a algunos gimnasios a exigir a sus usuarios que al menos lleven calcetines por cuestiones de higiene.

“El contacto del pie con el suelo mantiene una mejor posición de la columna vertebral ya que los receptores del tacto envían toda la información al sistema nervioso sobre dónde se está caminando, mejorando de esta forma el sentido del equilibrio”, asegura el Dr. Julio de la Morena Garzón, especialista en medicina de la Educación Física y el Deporte.

Por qué es mejor entrenar con zapatillas

Sin embargo, el experto no está del todo de acuerdo con ciertas webs y gurús del lifestyle, como el libro When Born to Run que enumera las ventajas de correr descalzo, prometiendo la reducción de las lesiones y la mejora del rendimiento. Advierte que debemos tener precaución porque evolutivamente ya estamos acostumbrados al calzado, ya que la planta del pie y las articulaciones no estarán preparadas para soportar tanta presión.

De hecho, cuanto mayor sea el peso del deportista, más riesgo tendrá de sufrir una lesión, por ello es necesario un calzado con buena amortiguación y flexibilidad, que proteja la zona del talón con contornos firmes y que se adapte a la superficie sobre la que entrenamos.

Evolutivamente ya estamos acostumbrados al calzado. Cuanto mayor sea el peso del deportista, más riesgo habrá de sufrir una lesión”

Además, el experto asegura que una suela dura a la hora de levantar pesas es importante, ya que con altas cargas se necesita sentir terreno sólido y estable. “Las zapatillas con cámara de aire no son adecuadas para esta halterofilia, al igual que ocurre al ir descalzo, ya que no tienes buena estabilidad a causa de la almohadilla grasa del calcáneo. Lo mejor son deportivas con una ligera cuña trasera”, explica.

Asimismo, De la Morena Garzón aconseja a los que estén interesados en esta modalidad sin calzado que deben empezar gradualmente para acostumbrar al pie, ya que estamos habituados a amortiguar los impactos y cambia radicalmente la técnica puede ser peligroso.

Aun así también asegura que, superada la fase de adaptación, algunos estudios demuestran que puede favorecer el sentido del equilibrio, alinear la columna vertebral, fortalecer la musculatura intrínseca del pie así como los tendones y ligamentos, reduciendo el riesgo de lesiones. También aumenta la información que el sistema nervioso recibe, ya sea sobre el centro de gravedad, para activar músculos estabilizadores o acerca de la fuerza necesaria para impulsarse.

Una cuestión de higiene

En culturas asiáticas como la japonesa es habitual deshacerse de los zapatos al entrar en las casas, templos, izakayas…por una cuestión de respeto y de higiene. Es precisamente por eso que algunos defensores de esta tendencia aseguran que los zapatos traen suciedad a las esterillas.

Algunos estudios aseguran que el contacto del pie con el suelo mantiene una mejor posición de la columna vertebral ya que los receptores del tacto envían toda la información al sistema nervioso sobre dónde se está caminando, mejorando de esta forma el sentido del equilibrio”

Sin embargo, todo el mundo conoce un gran enemigo de los pies descalzos típico de piscinas y vestuarios de gimnasios: el pie de atleta (tinea pedis). “Es una infección fúngica que provoca piel escamosa y seca en las membranas entre los dedos del pie con una erupción de color rojiza”, explica De la Morena Garzón.

Su contagio es elevado tanto a través de superficies como de personas, por ello ten mucho cuidado si vas por ahí ‘alegremente’ descalzo. Según el especialista, una vez se transmiten los hongos podemos desarrollar pie de atleta en función de varios factores:

1. Un entorno húmedo. Utilizar de manera frecuente y prolongada zapatillas deportivas o calzado ajustado que provoque que nuestro pie sude en exceso.

2. Secarse mal los pies, sobre todo si usamos calcetines no transpirables o zapatos de materiales sintéticos y con mala transpiración, como por ejemplo botas de agua.

3. Pequeñas lesiones de la piel.

4. Defensa inmunológica debilitada.

Fuente: http://ow.ly/5gn130hdJik